No os lo digo nunca, 
pero soy muy afortunada
 de estar a vuestro lado...
 No dejéis nunca de soñar y de sonreír, 
que la vida
 sin almas como las vuestras 
no merece la pena.
La revolución neurodivergente: del manicomio a la academia No sabría explicar bien lo que ha supuesto leer este libro para mí; no es el pri...
