En la entrada de esta semana comparto el último artículo que he leído; se trata de una revisión sistemática llevada a cabo por la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma sobre la relación existente entre el desarrollo del lenguaje y el uso de la tecnología:
Tras los dieciocho artículos revisados se demostró que el impacto que puede tener el tiempo prolongado y la exposición a pantallas en los primeros dos años de vida pueden afectar negativamente al desarrollo del lenguaje y las habilidades de comunicación, en términos de comprensión y vocabulario. Además, la sobreexposición a pantallas en los primeros años puede efectar al desarrollo cognitivo en general, especialmente la atención a los estímulos ambientales, las experiencias sociales, la resolución de problemas y la comunicación con otros, por ejemplo, la alternancia de ritmos y roles de una conversación.
A continuación, intento resumir los aspectos que me han parecido más reseñables de esta revisión.
Pero antes, unas consideraciones previas:
- Tiempo frente a la pantalla y desarrollo del lenguaje: aquí, como apuntan las autoras de la revisión, es necesario puntualizar varias cosas; una de ellas es que el tiempo frente a la pantalla no es igual si es activo que pasivo. El tiempo pasivo (más si es frente a la televisión) influye en la actividad verbal de las/os niñas/os, reduciéndola.
- En el caso de bebés de 2 a 48 meses, las autoras explican que la televisión parece conducir a una reducción de las vocalizaciones y a una dificultad para implementar cambios comunicativos con sus cuidadores. La actividad de estos también se ve reducida entre 500/1000 palabras menos en las interacciones con los bebés.
- En general, el tiempo prolongado frente a la pantalla parece causar un vocabulario expresivo y un procesamiento fonológico deficiente; al fin y al cabo, basta con que tengamos en cuenta que la exposición pasiva a programas de tv difieren de la estimulación que necesitan las/os niñas/os a tan corta edad y sin una guía que explique lo que está viendo conduce y repercute negativamente en la adquisición de lenguaje a nivel gramatical (estructura y comprensión de oraciones).
- Las autoras también obtuvieron datos en referencia al uso de teléfonos/tablets; si se ven programas educativos y si se usan los dispositivos forma activa (involucrando a los cuidadores) puede ser una herramienta de aprendizaje útil que ayuda a aumentar el vocabulario expresivo en niños de dos a cuatro años.
- Tiempo frente a la pantalla y desarrollo global: siete de los artículos seleccionados para la revisión sistemática exploraron la relación entre el tiempo frente a la pantalla y las habilidades cognitivas y conductuales, observándose que los niños entre 36 y 60 meses que exceden el tiempo de pantalla en una hora tienen aproximadamente tres probabilidades más de tener una memoria de trabajo por que los que no exceden el límite. Además, en niños de tres años, el tiempo total frente a la pantalla y la visualización de videojuegos, programas o películas se correlacionó negativamente con la memoria de trabajo.
A continuación, intento resumir de manera escueta los indicadores analizados en la revisión aunque como siempre, os dejo el enlace al artículo al final de la entrada para que lo leáis con detenimiento y profundidad.
La televisión y el desarrollo del lenguaje: cómo afecta la televisión a la adquisición del lenguaje en los niños
¿Cómo afecta la televisión a la adquisición del lenguaje en las/os niñas/os? ponen de relieve la diferencia existente entre si la exposición es a programas de entretenimiento educativo de los que no lo son, afectado por tanto, al desarrollo del lenguaje en niños menores de tres años:
- La televisión está destinada a un público adulto y puede ser un una distracción para la comunicación entre padres e hijos; el entretenimiento adulto tiende a ser ruidoso, con un lenguaje mas propio de los adultos en cuando a ritmo y pronunciación. El ruido de la televisión puede crear confusión en los niños a la hora de descifrar los sonidos (procesamiento fonológico) y las reglas sintácticas de su entorno, limitando por tanto la comprensión y la expresión verbal.
- Los programas educativos pensados para la infancia se ajustan más al ritmo comunicativo del lenguaje materno (imitando el ritmo, la pronunciación, etc.) por tanto, acercando al niño a la adquisición del lenguaje de manera más natural.
Teniendo en cuenta esto, no podemos perder de vista que cuanto mayor es el tiempo frente a la televisión, más afecta negativamente al desarrollo del lenguaje. Además, la televisión usada como fondo, conduce a distorsiones en el descifrado de sonidos a nivel fonológico y sintáctico y eso causa limitaciones en el aprendizaje del lenguaje y la expansión del lenguaje, lo que repercute negativamente a nivel expresivo. Martinot et al. (2021)
Tiempo de pantalla pasiva Vs. tiempo de pantalla activa ¿todos los medios tienen el mismo efecto en el desarrollo del lenguaje infantil?
Nobre y col. distinguen entre el uso pasivo del activo ya que los efectos son distintos; el tiempo activo frente a la pantalla con presencia parental promueven el desarrollo léxico ya que hay interacción con el entorno; cosa que no ocurre con la visualización pasiva de la tv.
Otro factor que tenemos que tener en cuenta es la finalidad del uso (si lo usamos para aprender o divertirte o si por el contrario, es por aburrimiento o medio de distracción mientras los cuidadores desempeñan otras tareas). Solo la interacción con el entorno puede permitir la adquisición y mejora del desarrollo del lenguaje. Por tanto, el aumento del tiempo de pantalla para ver vídeos y la menor interacción con el entorno se asocia negativamente en el desarrollo del vocabulario expresivo.
Como apuntan los investigadores hay que distinguir entre el tipo de medios utilizados, el tiempo de exposición, el contenido, así como el contexto, es decir, cómo se utiliza en el entorno. Radesky et al. (2015) Nobre et al. (2020)
Interacción entre padres e hijos: cómo los cuidadores pueden mediar en los efectos del tiempo frente a la pantalla en el desarrollo del lenguaje
La interacción con el cuidador puede mediar los efectos negativos del tiempo frente a la pantalla; el modo de interacción de los padres y la forma y la cantidad de palabras que pronuncian hacia el niño mientras ve la televisión es tan importante como lo que está viendo en niños entre dos y cuarenta y ocho meses.
Ling et al. señalaron que la interacción con el cuidador puede mediar el impacto del tiempo frente a la pantalla en el desarrollo infantil; la interacción de los padres es necesaria para que los niños amplíen su vocabulario y se enriquezca con elementos de su entorno.
Por otra lado, Madigan et al., señalaron que el tiempo prolongado frente a una pantalla en los niños pequeños puede interferir con la relación con los padres, lo que limita la oportunidad de intercambios sociales verbales y no verbales necesarios para la interacción.
Impacto del tiempo frente a la pantalla en niños con retraso en el desarrollo del lenguaje
Perdana et al. señalan que los niños que ven la televisión más de cuatro horas al día tienen un mayor riesgo de desarrollar un retraso en la adquisición del lenguaje. Los autores señalaron también que, la televisión en sí no es perjudicial para el desarrollo del lenguaje, lo que es problemático es la falta de estímulos. Los niños con mayor riesgo de desarrollar un retraso en la adquisición del lenguaje son aquellos que ven más la televisión en lugar de interactuar con su familia y su entorno.
Relación entre del desarrollo cognitivo global y el tiempo frente a la pantalla en distintas edades y dominios del desarrollo
Según los estudios existentes que se analizaron en este metaanálisis el tiempo prolongado frente a una pantalla durante un período crítico de crecimiento y maduración puede socavar el desarrollo óptimo al limitar la práctica de habilidades interpersonales y de comunicación (experiencias que promuevan la salud, higiene del sueño, actividad física y los contactos sociales, etc.) lo que ralentiza el desarrollo social y del lenguaje. Kirkorian et al. (2009) Strasburger (2007)
Por otro lado, como señalan autores como Yang et al. los niños que no están expuestos durante un tiempo excesivo pueden estar expuestos a las pantallas bajo la supervisión de los padres (uso activo) y es más probable que el contenido al que estén expuestos sea de calidad (programas educativos, que promuevan actividad física, etc.) lo que puede tener efectos beneficiosos en el desarrollo global general. Es decir, que es posible que no todos los niños se vean igualmente afectados por el tiempo de exposición a las pantallas pero que existan factores que mitiguen los efectos negativos de la pantalla en el desarrollo.
Impacto del tiempo frente a la pantalla en las funciones ejecutivas y de atención
En este ámbito el tipo de contenido al que están expuestos los niños también parece jugar un papel importante: los programas de entretenimiento para personas mayores usan un lenguaje adulto en cuanto a ritmo y pronunciación (la cadencia y la pronunciación adulta es más rápida que la empleada en el lenguaje materno) por lo que podemos decir que no esta en sintonía con las habilidades de los niños en esta etapa; lo que no pasa con los programas educativos infantiles. Además y como se ha evidenciado también, el tiempo de exposición prolongado puede distraer de experiencias ambientales más apropiadas (como lectura compartida o juegos).
Los estudios han encontrado que los niños en edad preescolar que cumplieron con las recomendaciones de una hora de tiempo frente a la pantalla tenían más probabilidades de tener una mejor memoria de trabajo que aquellos que no lo hicieron; y el tiempo de exposición a pantallas relacionadas con contenido educativo tuvo una correlación positiva con el control inhibitorio. Zhang et al (2021), Kerai et al. (2022)
A nivel visual los autores señalaron que los cambios rápidos de imágenes en la pantalla tienden a obstaculizar el procesamiento sensorial y las habilidades de atención, lo que conduce a dificultades para filtrar los estímulos relevantes, perjudicando en el rendimiento de la memoria de trabajo cuando esto sucede de manera continuada y excesiva. Christakis et al. (2018), Zanto el al. (2009)
Tiempo frente a la pantalla y desarrollo de habilidades sociales
Como apuntan las autoras de la revisión, parece importante señalar que los cuidadores han de servir como modelo a seguir en el uso de las pantallas, moderando sus propios hábitos y proporcionando mejores interacciones con sus hijos.
Como se ha señalado anteriormente, el cómo se usen las herramientas es fundamental. La exposición a las pantallas (sobretodo si es de forma pasiva) puede limitar las oportunidades de interactuar con las personas y con el entorno. Pero por el contrario, el juego y la actividad física ofrecen oportunidades de interacción, comunicación y gestión de las. emociones que permite a los niños aprender habilidades sociales.
Como concluyen las autoras de la revisión es necesario monitorear el uso de los dispositivos digitales en los niños en edad preescolar para proteger su desarrollo. también consideran crucial considerar el impacto que tiene el tiempo de exposición al desarrollo psicofísico en los primeros tantos de vida, tan importantes para el desarrollo y la interacción con el entorno.