¡Hoy es nuestro día!
Quiero desearos un magnífico día y celebrar que vivimos, sentimos, amamos y tenemos la mejor profesión del mundo (¡que me perdone el resto! jajaja).
También quiero aprovechar este día para recomendaros uno de los libros sin los que no puedo vivir, ni como docente ni persona.
En los días en los que vivimos donde la prisa es la que dirige la vida, no viene mal pararse a leer libros que nos inspiren y reconecten con lo importante. Estar presentes se hace más esencial en nuestro caso, ya que tenemos el futuro en cada una de nuestras aulas y cada día puede marcar una diferencia hacia el mañana.
Este libro no trata de recursos o actividades pero no por ello es menos práctico. En él José María Toro, nos habla de la importancia de educar con la razón pero también con el corazón, a no dejar por tanto, las emociones de lado. A estar presentes y practicar y enseñar la escucha activa. A escuchar al cuerpo ya que es lo que nos hace estar presentes y a saber comunicarnos con él y a través de él; en relación a esto, siempre tengo presente una de sus frases que me parece algo que tendríamos que recitar como si de un mantra se tratara:
¨Hacer de mi voz una caricia¨
Recuerda la importancia del juego, de no perder el carácter festivo, a celebrar el aprendizaje, a valorar la presencia del otro. Ensalza el valor de la paciencia, de aprovechar los conflictos como espacios de entendimiento... podría hablaros largo y tendido de este libro ya que me parece una auténtica joya, pero espero que os animéis a leerlo (si no lo habéis hecho) y que quienes lo conozcáis, os animéis a compartir vuestras impresiones conmigo. ¡Sabéis lo mucho alegra que dejéis comentarios y compartamos experiencias! :)
¿Por qué lo recomiendo?
Porque me parece que es uno de esos libros que todo docente tiene que leer, ya no sólo por su contenido, sino por la forma tan inspiradora y cuidada en que está expresada. El amor y el entusiasmo que el autor transmite es contagioso y es imposible no llevarte esa energía al aula.
Me gustaría terminar esta entrada, con una de las reflexiones que aparecen en el libro:
¨Sólo queda constancia de aquello que por su naturaleza, fuerza o energía, está llamado a permanecer. Sólo permanecemos y perseveramos en aquello a lo que nos entregamos por entero y, sólo nos entregamos, de veras, a aquello que amamos de corazón¨.
¡Hasta pronto!
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