Hace unos días dí una charla a unas familias de alumnado de cinco años; estaba dirigida a mejorar la articulación y la dicción. Nos centramos sobretodo, en el fonema /R/, que a estas edades, es un sonido que a las familias suele preocupar.
Eso me hizo reflexionar sobre la importancia que tiene no dar importancia a ciertas cosas...pero, claro está eso no quita que intentemos mejorarlas si se puede.
Teniendo esto en mente, se me ocurrió lo siguiente: hemos buscado palabras con R en catálogos, revistas y envases de nuestra vida cotidiana. Paralelamente, hemos ido discriminando si eran R fuertes o débiles y cuando lo hacíamos, recortábamos esta letra.
Después hemos hecho una R bien hermosa y hemos puesto todas las que hemos encontrado.
Y después hemos hecho un cuadro y lo hemos colgado, así podemos recordar a diario que la R puede ser: grande o raquítica... de colorines o transparente... puede llevar sombrero de copa o gorro de rapero... ser nerviosa como un colibrí o perezosa como una oruguita...
Dejaremos que el sonido R sea muchas cosas, lo que nunca dejaremos que sea es un problema
:)
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