sábado, 3 de octubre de 2020

Primero, lo importante

¡Hola!

Espero que el arranque del curso haya ido bien y que con este mes de octubre que recién estrenamos, tengamos las pilas cargadas y nuestras cabezas llenas de objetivos (basados en la prioridad y no en la creencia de lo que es una prioridad). 

¡Uh! Quizás no me haya explicado, para ser de Audición y Lenguaje no se me dan del todo bien las palabras; lo mío es más escuchar a quienes sí las manejan bien: 


Que lo mismo, así a voz de pronto tampoco queda muy claro qué estoy intentado decir, pero voy a ir por partes para intentar dejar claro el objetivo de esta entrada.

Steve Pinker (autor del libro ¨El instinto del lenguaje¨) ya señaló que los seres humanos estamos innatamente preparados para el lenguaje; y tal y como señala Stanislas Dehaene en su libro ¨¿Cómo aprendemos?¨ ¨por su puesto que los bebés no nacen con un despliegue completo de léxico y gramática, pero tienen una notable capacidad de adquirirlos en tiempo récord. Lo que está cableado en ellos no es tanto el lenguaje sino la habilidad para adquirirlo.¨

Es decir, nuestro cerebro viene determinado biológicamente para aprender a hablar y en las primeras etapas de la vida (y con ello incluyo, como no podía ser de otra manera la etapa de Educación Infantil) debería estar destinada a desarrollar ese dispositivo de adquisición y uso del lenguaje con el que todas/os venimos, que tan importante es para las personas y que tanta implicación tiene en posteriores aprendizajes. 

Nuestro objetivo como docentes (seamos de la especialidad que seamos, ya que todos usamos el lenguaje oral como vehículo para la comunicación y la enseñanza) sería la de potenciar y desarrollar el lenguaje oral.

Ya que como dice Juan C. Ripoll Salceda ¨lo primero es no crear el problema¨, es decir, si atendiendo a la investigación realizada sabemos el peso que tiene el lenguaje oral, quizás debamos dedicar nuestros esfuerzos en trabajar lo que, como dice Gracia Jiménez Fernández sí venimos biológicamente preparados.

Ahora que estamos a comienzo de octubre y que todo va arrancando con cierta normalidad (no la que nos gustaría, tan solo la nueva normalidad...) y que en la nos disponemos a trabajar el lenguaje oral de manera sistemática y estructurada, no perdamos de vista la importancia que tiene para el resto de aprendizajes y de lo que sí tiene evidencia que ¨funciona¨; es decir,  trabajo en:
-  expresión oral
- vocabulario (citando a Armando Montes: trabajando tanto la amplitud del mismo como la profundidad), 
- la enseñanza de las inferencias (¡sí, sí ya desde infantil! ya que al contrario de lo que generalmente se piensa, las inferencias no están relacionadas solo con la lectura, están implicadas con el lenguaje oral y el pensamiento y la investigación  sobre la mejora dela comprensión inferencial en infantil aporta resultados positivos), 
- desarrollo de la morfosintáxis
- mejora de las habilidades metafonológicas: conciencia léxica, silábica, fonémica, una correcta conversión sonido-grafema...

¿Por qué digo esto? Porque si bien es cierto que tenemos a nuestra disposición muchos programas que supuestamente estimulan el lenguaje, debemos mantenernos críticas/os y observar qué se trabaja en realidad. Como maestras/os de A.L., una de nuestras funciones es asesorar y orientar al equipo docente de infantil sobre el desarrollo de los conocidos P.E.L.O. y quizás sea buen momento para dar un giro a lo que normalmente se viene haciendo y dar importancia a lo que realmente la tiene para el desarrollo y la mejora del lenguaje oral. Y engancho esto con un algo que vengo notando desde hace unos años (al menos es mi caso): una carga inmensa en el currículum de infantil de la enseñanza de la lecto-escritura, sin tener en cuenta los conocimientos previos que tan necesarios son, ni lo que los autores aportan sobre eso...Esta entrada casi casi tiene nombre propio porque una vez más citaré a Juan C. Ripoll Salceda quién bien expresa que ¨cuanto más adelantemos el inicio de la lectura, más tiempo le tenemos que dedicar y menos tiempo nos queda para otras cosas¨. 

...A buen entendedor...

Si lo que sabemos acerca de la lectura (en el amplio espectro de la palabra...que no solo la decodificación es importante para dominarla) es que el lenguaje oral es su base, dediquemos nuestros esfuerzos a ello; que si como docentes nos aseguramos de establecer un buen cimiento lo demás...vendrá rodado y de aparecer dificultades, de seguro no serán tan problemáticas.


¡Buen comienzo de octubre! 

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